martes, 2 de junio de 2009

21.- Ira y lujuria

Me pasé todos estos días trabajando como loca, y durmiendo nada.

No tuve tiempo ni para ir a comprarme una puta crema humectante ! Me siento como un tomate disecado...

Peero, finalmente me hice un tiempo para ensayar con los chicos de comedia, y fui sin saberme la letra (como siempre). 

Y como siempre, mandé fruta, pero ésta vez se notó bastante, y para que me perdonaran compré medialunas. Creo (y cada vez mas) que el pánico escenico me va a ganar la pulseada y nunca voy a decir ni un puto monólogo... Es automático: subo al escenario, me olvido la letra y empiezo a sanatear... Casi siempre me sale bien, pero los chicos del grupo saben lo que hacen, estudian, ensayan, escriben y le ponen onda. Es poco honesto que me tengan que aguantar... 

Cuando salí de la sala, decidí tomarme un par de horas y acercarme hasta la casa de Clarita, porque Betty me había dicho que se juntaban a jugar al poker. ¡ Por fin iba a poder aprender !.

La casa de Clarita es muy linda: es una casa tipo chorizo, con mucho jardin adelante y al costado, y lleeeeeeeno de plantas por todas partes: adelante, flores, y en un pequeño vivero, algunas variedades de orquídeas y... Marihuana.

Clari me recibió muy feliz, mate en mano y me llevó para el comedor, para empezar mi aprendizaje del famoso poker. 

Betty: - A ver si mueven esos culos arrugados y hacen un lugar, que la nena viene a la escuela...

Berta: - A veeer si la dueña de casa le da de comer a las mascotas, que hace una hora que estan rompiendonos las bolas...

Clarita se levantó de la mesa y se fue para la cocina (que estaba al lado del comedor).

Clarita: - Baaaastaaaaa !!!  Caraaaaaaaaaaajoooooo !!!

Del sillon del livingcito y del dormitorio, salieron dos engendros caninos indescriptibles. Va foto para que los conozcan. 





Mientras estuvieron comiendo, presté atención y hasta pude tomar unos mates. 

Me concentré en mi clase: el poker, las apuestas, quién empieza, cuántas cartas, las fichas...

En eso, uno de los perros, se acerca por debajo de la mesa, y con su gesto más dulce, me pone la carita sobre el regazo. No pude resistir tanta ternura: en cuando lo fui a acariciar, me mostró todos los dientes (esos chiquititos de adelante también). Si no me quedo inmóvil, me muerde...

Clarita: - Afueraaaa, Carajo !

Y Carajo se fue. Calculo que ahí mismo...

Betty: - En éste juego siempre es importante mirar a la gente, porque una cosa es lo que el tipo hace y otra lo que vos vas viendo...

Basta era mucho mas bueno que Carajo. Lástima que es demasiádo confianzudo, y cinco minutos después de que le convidé un bizcochito de grasa, estaba muy entretenido tratando de frotarse contra mi pierna... ¡ Perro del orto !

A Basta no lo echaron sino hasta que (deduzco que por falta de atención de su dueña, o por la calidad del balanceado), se tiró un letal gas abajo de la mesa...

Clarita: - Basta !!! ¡¡¡ Afueeeeeeeeeeeera !!!!.

Entre fichas, plata y una grande de muzza que pedimos para cenar, terminamos a medianoche. Betty se pidió un taxi y me trajo a casa.

Yo: - Qué bueno que me inviten ... La verdad que me divertí mucho...

Betty: - Yo también, nena. Y acordate de que te voy a sacar buena... ¡ Y ojalá que Basta no se muera nunca !

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