viernes, 26 de junio de 2009

32.- Sorpresas te da la vida

Nos pasamos un buen rato entre tomates disecados con oliva, quesos de lo más variados y unos bocaditos horrorosos de quien sabe qué cosa con algo parecido al caviar, que se veía como caviar, olía como caviar, pero que noooo era caviar.

Yo por las dudas, me cuidé con el champagne, porque la noche recién empezaba. Las chicas y el tachangou, misteriosamente sólo tomaron una copita y venían resisitiendo... ¡con agua mineral!.

A las diez menos cinco, la orquesta de jazz paró de tocar, y se borró. Diez en punto, entraron al salón Magia, del brazo de su sobrino Desiderio. Ella estaba hermosa, y como veinte años más jóven. Él estaba nervioso y serio...

Llegaron y cual pareja de novios, toda la familia y todos los amigos se abalanzaron a saludarla y mimarla un poco. Magia estaba radiante y con todo el mundo hacía chistes. Cuando la avalancha pasó, nos acercamos nosotros. Magia nos abrazó, miró a las chicas y lo primero que preguntó fue "si el asunto ya estaba cocinado". Las chicas y el tachangou a coro dijeron que sí.

Tuvimos que pasar a un salón mucho más grande, en donde estaban las mesas. Todas vestidas, con una mantelería maravillosa que tenia encaje en los bordes. Era como esos manteles que tanto encanutaba mi abuela, sólo que eran mucho más chiquititos, y sobre una base color azul. Copas bellísimas y un montón de tenedores, cuchillos y cucharas de todo tipo y tamaño. Viendo mi desorientación, Berta me sacó de dudas: se van usando los que estan del lado de afuera primero, y en órden. La vajilla, era una verdadera antigüedad, una losa del año del pedo, pero divinamente conservada. O una buena imitación china calculo yo...

Las luces bajaron, y un locutor-cantante, le dedicó a Magia una tema de Luis Miguel. Magia se puso seria, y en mi mesa, las chicas no paraban de reirse...

Berta: - ¡Magia ODIA a Luis Miguel! ¿De quién mierda fue esa idea por Dior?.

Nadie respondió: todos imaginábamos que Desiderio estaba detrás de los detalles del homenaje.

El locutor invitó a Magia a subir al escenario del salón, le dió un enorme ramo de flores (cabe aclarar que las chicas me contaron que las unicas flores que le gustan son las que se fuman) y le dijo que tenía una sorpresa para ella.

Acto seguido, bajó una pantalla, pero por suerte no hubo ninguna proyección de fotos pedorras con música de fondo. En vez de eso, apareció la imágen de un muchacho con la barba larga como un peluche...

Magia: - ¡No lo puedo creer!. ¡Qué linda sorpresa!... ¡Hijito míooo cómo estás ???!.

Sebastián es el único hijo de Magia, que actualmente vive muy feliz en un pueblito perdido del norte de Brasil, a orillas del mar. Totalmente huraño a las fiestas no quiso venir, pero lo convencieron de aparecer por videoconferencia; el muchacho estaba muy feliz encausando su nueva vida y su reciente familia. Magia le pidió que no sea egoísta y que aproveche la videocámara para hacer las presentaciones de rigor. Las mesas ardían en aplausos, y las primas babosas de Sebastián, pedían a gritos conocer a la agraciada.

Seba: - Bueno familia, aprovechando que todavía tenemos unos minutos de conexión satelital, les quiero presentar a Edvaldo, mi marido.

Silencio en la sala.

Seba: - Y mamá, acá te quiere saludar tu nietito Milo.

Edvaldo (un mulato precioso) levantó en brazos a un bebé gordito que dormía placidamente, con una sonrisa dibujada en su carita.

Magia se emocionó. Toda la sala palideció. María se persignó y se desplomó sobre la silla.

Y en nuestra mesa, sonaron los primeros vivas y los mas estruendosos aplausos.

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