Apenas Seba, Edvaldo y Milo terminaban de saludar a la abuela Magia, al satélite "se le terminó el tiempo".
Desiderio estaba como león enajulado haciendo toda clase de señas, y el locutor cantante, subió a torturarnos otra vez. Con su mejor cara de galán de la época de oro del cine nacional, ésta vez le dedicó a la homenajeada el tema "Señora de las cuatro décadas". Ella, apenas pudo, se soltó de la mano del galán y se escabulló del escenario hacia nuestra mesa.
LC: - Señoraaaaaaaaaaaaaaa nolequiteañosasuvidaaaaaa... Póoongale vidaaasusssañoooos quesmejooooooor...
Mientras la familia disfrutaba, nuestra mesa padecía y Desiderio se tranquilizaba, por la arcada principal del salón entró una tropilla de gauchos. Algunos tenían un montón de bolsas grandes y enfilaron derecho para el jardincito del fondo del salón. Y otros, instrumentos en mano, esperaron su turno en el escenario.
Antonio, dejó nuestra mesa, subió al escenario, practicamente le robó el micrófono al Arjona trucho y pidió aplausos. Al principio fueron timiduchos, pero Antonio se metió a la gente en el bolsillo contando chistes verdes coooordooooobeses...
Tachangou: - ... Los tres colores de Córdoba son el veeerdespeeeeeránza, el amariiii io paatíto y el negro culiau (risas y aplausos). Y cómo todos saben, si bien nuestra querida Magia pasó gran parte de su vida entre Capital y Entre Rios, es una correntina 100% de pura cepa. Y desde su pueblo, Alvear, vinieron unos amigos a saludarla y a regalarle la música que la acompañó toda su vida. Con ustedes, ¡¡ los Yacaréeeeeeeeeeeeee !!.
Subieron 4 gauchos, dos con guitarras y dos con acordeones, y se largaron a cantar Chamamé. De las puertas de la cocina, salieron 10 mozos tooodos con pingüinos y vasos con vino (tinto y blanco) y empanadas fritas para todo el mundo. Y fue el mismo Tachangou, que sin permiso de Clarita la sacó a bailar a Magia.
Y de a poco se fueron sumando a la pista, primero los mas pendejos (sorprendente) y después y con mucho recelo, los mayores.
Yo no se si fue el asado y las achuras que los gauchos estaban haciendo al ladito de una fuente feng shui, o los ríos de vino que corrían por todas las mesas, pero se armó una chamameceada ¡histórica!. Yo misma sin saber del tema, terminé bailando como con 6 primos de Magia, y con el Tachangou también.
A Desiderio y señora no se los vió más. Los hijos (uno de 18 y otro de 20 años), estaban abrazados a los gauchos músicos en el escenario, cantando "Kilómetro 11" en guaraní. La mayoría de las mujeres habían revoleado los zapatos, y no faltó el primo pelado, gritando un sapucay y bailando sobre una mesa con la corbata en la frente.
Magia fue la que más comió, la que más tomó, la que más bailó y por cierto, la última que se fue del salón cuando se terminó la fiesta.
Y se iba con una sonrisa enorme, casi tan grande como el pedo que se agarró.
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