Llegamos a la clinica (chiquitita pero bastante linda) y de movida caímos mal: no era horario de visita (empezaba a las 5 y eran las 3) pero Betty sacó dos masitas del paquete y la de vigilancia nos dejó pasar.
Cuando entramos a la habitación alcancé a esquivar algo que me voló desde algún lugar de la habitación (después ví que era una botella chiquita de agua mineral)...
Antonio: - ¡Callateee muerto de hambre! ¡¿sabé cuannnnta sopa tienen que tomar ustede para llegar hasta donde está papá ?!!. Primero jueguen y después hablamos, manga de giles...
El hombre de la cama 2: - ¡¡¡¡ VIEJOOOOOO PUTOOOOO !!! .
En el medio de la habitación, estaba la esposa del señor de la cama 2 tratando de que los dos se calmaran, y Berta juntando las cosas que se habían revoleado (paquetes de galletitas de agua sin sal, botellitas de agua, repasadores y un paquete de yerba que por suerte no sufrió ningún daño).
Yo: - Buenassss... ¡ Antonio ! no era que te iban a operar ?
Antonio me miró, levantó la sábana y me mostró las marquitas de la artroscopía. Curiosamente no tenía calzoncillos y Betty se rió de mi cara.
Yo: - No te duele nada veo...
Antonio: - No, gracias por venirte chiquita... Enserio... Charlemos rapidito que va a empezar el partido y acá tenemos codificado. Si me querés hacer felíz, en vez de traerme flores, ponele una fichita a la tele...
No termino de habilitar la tele que llega Clarita con su equipo de mate. Estaba eufórica de vernos porque Antonio no le iba a dar ni la hora los próximos 90 minutos.
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