martes, 21 de julio de 2009

39.- Velez - Huracán II

Empezó el partido. En la habitación de 2 camas, había dos hombres en silencio. Todas las mujeres juntamos las mesitas de la comida y armamos mateada y poker.

Hombre cama 2: - Vieja, alcanzame una masita que estoy nervioso...

Señora: - Vos sos diabético y no podés. PUNTO.

Hombre cama 2: - Carajo...

Se sirvió agua, se lo notaba tenso... Antonio no sacaba la vista del televisor. Ocho minutos y casi me atraganto con el mate: un gol que no fue.

Rato después y aunque no lo crean, el partido se suspende¡¡¡ porque caía granizo !!. En ese instante y en lo mejor del poker, ambos hombres empezaron a reclamar sus respectivas mesas y su merienda. Nadie les dio bola y la enfermera que traía las viandas, las dejó en las mesas de luz: ella también jugaba poker.

El partido siguió y el poker también. Yo no paré de cebar mate en toda la tarde y si bien el clima entre las dos camas se cortaba con tijera, había una cierta calma.

Hasta el minuto 38 del segundo tiempo: gol de Morales.

Antonio: - ¡¡¡¡¡¡ GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLLLLLLLLLLLLLLLLL !!!!!

Hombre cama 2: - ¡¡¡ ESA BESTIA LE PATEÓ LAS BOLAS !! ESO ES PENAL !!!

Antonio: - ¡¡¡¡ GOOOOOOOOOOOOLLLLLLLLLLL !!!.

Increíblemente la clínica no estaba del todo tranquila: en varios pasillos se oía gente gritando "gol".

Hombre cama 2: - (agarrándose la cabeza) Ese árbitro está loco... Eso fue penal ... No se puede jugar así... Éstas son las cosas que le hacen mal al fóbal...

El partido terminó. Antonio festejaba en su cama en cueros y revoleando una camiseta de Vélez. En la cama 2, todo era silencio. La enfermera entró a buscar las viandas y se tomó un par de mates con nosotras. Levantó la vianda de Antonio (que ya no tenía nada), y cuando fue a buscar la de la cama 2, la encontró intacta. El hombre de la cama 2, estaba inmóvil, y todavía tenía la cabeza entre las manos.

Betty: - Repartan que ya vengo, me estoy re meando... Éstas para el camino - dijo, mientras sacaba un par de masitas de la bandeja-.

Minutos después Betty se reincorporaba a la rueda de mate y poker, las chicas seguían animadas hablando del quilombo de la Casán con Gasalla; Antonio, ajeno a todo, hacía zapping por todos los canales mirando imágenes de Velez.

Y en la cama 2, un hombre superaba su tristeza de la mano de una bombita de crema y un pañuelito de dulce de leche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario