42.- País recontra Generoso

Habremos estado haciendo cola unos 15 minutos, y llegamos a la entrada. Las puertas "automáticas" del bingo, las abría un empleado, como en "Perdidos en el Espacio" o en capítulos del año del pedo de "Star Trek".

Cuando entramos, tuvimos que hacer 3 filas más: una para ponernos alcohol en gel en las manos, otra para el guardarropas y otra para que nos tomen la temperatura.

Sí, leyeron bien. ¡ Nos tomaron la temperatura antes de entrar !.

Betty estaba totalmente muda de asombro, y en el tiempo que llevo de conocerla, es raro verla así.

Cuando llegamos al guardarropas, dejamos los abrigos y las carteras. Yo me quedé con la billetera, y Betty con un monederito y su gorrito de lana.

Después, hicimos la fila para el alcohol en gel, y a las dos nos quedaron las manos enchastradas y ásperas con esa mierda...

Y después nos tocó la fila de la temperatura. El muchacho de seguridad de la entrada, tenía cara de pocos amigos, así que sin decir palabra, yo dejé que me apuntara en la cabeza con una suerte de "pistola lanza rayos que hace beep "; vi que anotaba no se qué en una planilla y quedé a la espera de mi amiga.

Betty: - Muchacho... ¿ Me queré decir qué es eso ? - dijo señalando la pistolita toma-fiebre.

Seguridad: - Es para tomar la temperatura señora, por la Gripe A... Vaaamos rapidito que no tenemos todo el día... Sáquese el gorro por favor.

Betty lo miró azorada, y creo que del asombro no pudo articular palabra. Se sacó la gorra, le tomaron la temperatura y anotaron no se qué en una planilla.

Seguridad: - Pasen pasen paaaaaaaasen...

Antes de que dijera nada más, las dos entramos a la sala como huyendo del diablo. Una vez adentro, una densa humareda de cigarrillo nos daba la bienvenida. Betty rapidamente se hizo un rodete y se puso la gorra de nuevo.

Betty: - Nena, ¿ vo viste la cara de culo de ese pibe ?... Al final Enrique Pinky tiene razon: si la gente garchara más éste mundo no sería tan sorete.

Parlantes: - "Por razones de higiene y seguridad, se avisa a los señores clientes que no podrán permanecer en la sala más de diez minutos sin jugar..."...

( ¡¿ Eh ?! 0_0 ).

Siempre siempre tiene razón. Nos sentamos en sendas maquinitas en la sala que da a la avenida Rivadavia y nos dejamos llevar por la ludopatía. Tan concentrada estaba en eso de ganar-perder-ganar-perder-perder-perder-perder que no me di cuenta de que el tiempo había volado. Una hora y media después...

Seguridad II: - Disculpe señora, ¿ se puede sacar el gorro ?.

Betty se dió vuelta, y se encontró cara a cara con otro hombre de seguridad de la sala.

Betty: - ¡ No ! - contestó sonriente.

Y acá la cosa empezó a tornarse bizarra.